Un padre biológico siempre tendrá su lugar en el alma y en la sangre de sus hijos... Sin embargo, hay padres que no vinieron a esta vida con la conciencia o la oportunidad para responder en el acompañamiento de sus hijos... Entonces, ¿qué sucede aquí?
Sucede que primero requerimos que mamá sane, para mirar con buenos ojos que los hijos tomen al padre tal cómo es; sin juicios que los envenenen y sin cerrarles los ojos a la realidad del humano que tuvieron como padre.
De manera paralela a la sanación materna, lo cual sistémicamente es lo que permite que un hijo tome a su padre, se requiere quién acompañe a esos hijos a través del rol paterno, para que ellos puedan reconocer los límites en su vida, el reconocimiento, el atrevimiento para ir más allá de sus zonas de confort, el sentir ese estímulo para desarrollar sus talentos, etc.
Este rol lo puede hacer mamá tejiéndolo con el rol de madre; sin embargo, hay que estar atentos al hacerlo para no excluir desde el alma al padre biológico, pues muchas mamás lo podemos llegar a hacer desde el orgullo lastimado, desde querer demostrar al mundo que solas podemos.... y no.... solas no podemos. Si inculcamos esa mentalidad a nuestros hijos, ellos no podrán reconocer todo lo que les dio la madre y sentirán el vacío profundo de no haber tenido un padre.
¿Quién puede apoyar con estos roles?
Cuando vivimos en comunidad, muchos podemos hacer el papel momentáneamente, o con mayor duración. Las figuras masculinas de la familia se vuelven cruciales, el abuelo por ejemplo, puede jugar un rol de padre adoptivo, adicional al de abuelo biológico... Igualmente algún tío que esté muy presente o que pueda dedicar espacios para acompañarles desde el Amor.
La nueva pareja de mamá, también puede hacerlo, aunque está sujeto al proceso emocional de la madre, por lo que se recomienda que primero se madure la relación de pareja y después se comience a involucrar en el rol paterno.
Los profesores y entrenadores (hombres y mujeres) juegan un papel crucial en el desarrollo de los niños, pues crean las estructuras de conocimiento, evaluación, límites y reconocimiento.
Lo que cualquier persona requiere para acompañar asertivamente con el rol de padre, es el respeto por el niño o niña, mirando con honor su historia y poniendo a ambos padres en el corazón, pidiéndoles internamente permiso para acompañar en pro de una comunidad más sana y entera.
Son tiempos de profundos resquebrajamientos sociales, sin embargo, también son tiempos de volver a hacer a los hijos, hijos de la comunidad.
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