Un infante está acostumbrado a que el mundo vea por el/ella, es lo normal; cuando va creciendo, va aprendiendo que existen otros, y conforme es acompañado, comprende que hay que compartir y los beneficios de estar en comunidad.
Al ser pequeños somos egoístas mientras nos madura la mente para entender el sistema humano. Un ser inteligente mental y emocionalmente, se adaptará y superará esa etapa, obteniendo de la vida apoyo y recursos, al ritmo que por si mismo está ahí para otros.
Un ser herido, se quedará en esa infancia egoísta durante TODA su vida, si no lo detecta y trabaja para sanar su psique y su corazón.
Hace unos días mi hija pequeña hizo un gran berrinche (como nunca lo había hecho), ella tiene 8 años y está en pleno descubrimiento de sus alcances y manejo de su realidad. Al irse a dormir le dije, -estoy muy molesta contigo, te lastimaste tú y a los que te rodeamos-.... ella había llorado y gritado y del cansancio se durmió.
A la mañana siguiente le di los buenos días y comenzamos actividades... ella me paró en la escalera y me dijo -Mamá, me molesta que ayer hayas dicho que estabas molesta conmigo y hoy estés como si nada-.... y le dije -Mira Ki, ayer estaba molesta, hoy ya no lo estoy, no te voy a castigar ni a pegar ni nada de eso que quizá estés esperando de cuando alguien hace un berrinche.
En esta familia usamos el diálogo, y lo que requieres es pedirle perdón a todos, para poder perdonarte tú.... porque si no, los demás lo vamos a olvidar, pero tú no, tu no te vas a perdonar, y como aquí nadie te va a castigar, tú te la vas a pasar castigándote; golpeándote sin querer, cayéndote, lastimándote... La solución es vencer tu orgullo y pedir perdón.
En esta ocasión los demás no te hicimos nada, sólo no cedimos a tu manipulación, y eso te enojó al grado del berrinche...
Te toca pedir perdón, y solo si te nace del corazón, si entiendes lo que hiciste... si no, no funciona.
La miré fijamente y empezó a llorar... prefería un castigo que pedir perdón.... Lo entendí con su mirada... Yo hubiera querido a alguien que me hubiera enseñado esto de niña, para poder perdonarme por lo que creí que había hecho mal y así dejar de castigarme por tantos años con pérdidas de salud, dinero y amor...
Ahora estaba frente a mi mini versión de 8 años, luchando entre el orgullo y la conciencia, mirando de frente a su Yo egoísta y herida por las historias de sus padres.
Esperé un momento y le dije... Voy a contar 3, si vas a hacerlo es ahora, si no, no puedo hacer nada más por el momento para apoyarte. Si llego a 3 y no decides, bajaré las escaleras y no volveré a subir.
Comencé a contar...1....2.... y su cara entro en pánico... y le pregunté -¿Quieres un abrazo?-
La abracé mientras ganaba su batalla interna, cuando estuvo lista, me dio la mano, y bajamos juntas las escaleras, y con sus tripas apretadas pidió perdón a los miembros de la familia; ellos la abrazaron y ella lloró unos momentos más hasta saberse amada, aceptada y contenida.
Más tarde le pregunté cómo se sentía... ella con la mirada serena dijo en paz. ♡
Hoy sabe que existe el ego y el amor.... seguirá su camino que no es fácil, por que somos una familia muy emocional, sin embargo, hoy se sabe más acompañada que antes
¿Qué necesitas perdonarte y a quién necesitas pedirle perdón para dejar de castigarte?
¿Qué Ego hay que rendir para abrir las puertas de la madurez emocional?
¿Te vas a quedar sol@ por orgullos@? ¿O estás list@ para reintegrarte al mundo?
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